Según la arquitecta e investigadora Patrícia Akinaga, el urbanismo ecológico surgió a finales del siglo XX como una estrategia para crear un cambio de paradigma en lo que respecta al diseño de las ciudades. Con ello, los proyectos urbanos deben diseñarse a partir de las potencialidades y limitaciones de los recursos naturales existentes. A diferencia de otros movimientos anteriores, en el urbanismo ecológico la arquitectura no es el elemento estructurador de la ciudad, sino el propio paisaje. En otras palabras, las áreas verdes no solo deben existir para embellecer los espacios, sino como verdaderos artefactos de ingeniería con potencial para humedecer, retener y tratar el agua de lluvia, por ejemplo. Con el urbanismo ecológico, el diseño urbano se define por los elementos naturales intrínsecos a su tejido.
En el mismo texto, Akinaga cita al arquitecto e investigador paisajista Douglas Farr cuando dice que el urbanismo ecológico crea el escenario para un nuevo estilo de vida más equilibrado, con mayor calidad de vida y que satisfaga las necesidades cotidianas. Para alcanzar un ideal de urbanismo ecológico, Farr esboza cinco pautas básicas:
- Densificación: liberación del suelo y reducción de desplazamientos.
- Corredores sostenibles: viajes sostenibles a través de una red de transporte público y corredores ecológicos intermodales.
- Barrios ecológicos: unidades vecinales con comercio diversificado, áreas cívicas y espacios públicos conectados por un sistema vial, que permite el acceso a las necesidades básicas a través de caminatas cortas.
- Acceso a la naturaleza: creación de espacios verdes calificados como campos deportivos, plazas, parques y jardines comunitarios.
- Edificios de alto desempeño e infraestructura verde: infraestructuras que tienen bajo consumo de energía y emisiones de dióxido de carbono, ya sea a través de tecnología, o mediante estrategias específicas como jardines de lluvia, biovaletas, forestación intensa, entre otros.
En términos académicos, el Simposio de Urbanismo Ecológico, de la Graduate School of Design, de la Universidad de Harvard, en 2009 puede considerarse un hito importante en la investigación sobre urbanismo ecológico, con la organización de Mohsen Mostafavi y Gareth Doherty, quienes reunieron varias contribuciones a un libro del mismo nombre.
A pesar de la teoría bien establecida, en la práctica el urbanismo ecológico ha sido criticado por configurar a menudo una idea vagamente definida que se materializa en un conjunto de proyectos llamativos. Caro funciona con fines comerciales en lugar de ambientales, satisfaciendo una ambición única de invertir en tecnología y sostenibilidad sin representar un enfoque aplicable a nivel mundial. Todas las críticas son válidas para no dejarse seducir por la idea de la sostenibilidad, sin embargo, lejos de generalizarse, existen proyectos muy interesantes que abordan el urbanismo ecológico como reconciliación de la ciudad y su entorno. Echa un vistazo a algunos ejemplos a continuación:
Parque de aguas pluviales en China
“¿Cómo se puede preservar un humedal casi extinto en medio de la ciudad, mientras que sus procesos ecológicos y biológicos han sido obstaculizados por el contexto urbano? ¿Cuál es la forma más económica de lidiar con un paisaje tan grandioso? La solución fue transformar el manantial en un parque de agua pluvial multifuncional que recolectará, filtrará, almacenará agua pluvial e infiltrará el acuífero, al mismo tiempo que resultará productivo y pro-vida, brindando nuevas experiencias recreativas y estéticas para la ciudad”.
Corredores verdes en Colombia
"Para hacer frente al calentamiento, los funcionarios de la ciudad colombiana convirtieron 18 calles y 12 vías fluviales en paraísos verdes. El proyecto “Corredores Verdes” impulsó la forestación de estas rutas, lo que permitió reducir la acumulación de calor en la infraestructura urbana de Medellín, Colombia."
Parque Urbano Orla do Guaíba en Porto Alegre
“Este proyecto de paisajismo está diseñado en relación con los aspectos ecológicos de este hábitat ribereño y busca reintroducir especies autóctonas al entorno, favoreciendo su regeneración. La vegetación autóctona restante queda respetada por los elementos edificados desplegados a su alrededor. Para cada sector (por ejemplo, áreas sujetas a inundaciones naturales o áreas secas superiores), se seleccionaron especies específicas. En general, el proyecto funciona no solo como un plan de regeneración, sino como un ambiente abierto, vivo y permanente para la educación ambiental."
Proyecto de reutilización de agua de Sydney Park en Australia
"Esta iniciativa forma parte del proyecto ambiental más grande de la ciudad de Sydney hasta la fecha, construido con el gobierno australiano a través del Plan Nacional de Desalinización y Agua Urbana. Es un componente integral del proyecto Sydney Sostenible 2030 que busca garantizar que el 10% del agua puede suprimirse a través de la recolección y reutilización del agua en el parque".
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